La doctrina cooperativa descansa fundamentalmente sobre los llamados principios
cooperativos. Estos principios fueron enunciados y organizados, de manera sistemática,
en los estatutos de la Sociedad de los Equitativos Pioneros de Rochdale en 1844. Han
sufrido modificaciones, pero no de fondo, a lo largo del tiempo transcurrido. Tuvieron su
base en los planteamientos que hicieron los llamados socialistas utópicos: Roberto Owen,
Charles Fourier y otros. Estos hombres expusieron como base de la organización
cooperativa: la asociación, la naturaleza voluntaria de la cooperación, la empresa
funcionando por medio de la democracia y la empresa aspirando al servicio y no al lucro
(Lambert, Paul, La Doctrina Cooperativa, p. 44). De las exposiciones de esos hombres
que en la lucha económico-social previa a Rochdale, jugaron un papel muy importante, y
de la tradición de los fundadores de las primeras cooperativas incluyendo la de Rochdale
desde luego, la Asociación Cooperativa Internacional ha resumido los denominados
valores cooperativos así: la autoayuda, la autoresponsabilidad, la democracia, la igualdad,
la equidad y la solidaridad, y también aquellos valores éticos como son la honestidad, la
transparencia, la responsabilidad y la vocación social. (Boletín de la Asociación
Internacional de Derecho Cooperativo, de 25 enero-abril, 1996, p. 24). En este mismo
Boletín aparecen los siete principios cooperativos que actualmente orientan al
cooperativismo en el mundo, y que son acogidos en nuestra vigente Ley Especial de
Asociaciones Cooperativas, en su artículo 4.
Estos principios son: 1) Adhesión voluntaria y abierta. 2) Gestión democrática por parte
de los socios. 3) Participación económica por parte de los socios. (Comprende el retorno,
como los viejos cooperativistas llaman a este principio, y con los aportes de las nuevas
experiencias). 4) Autonomía e independencia. 5) Educación, formación e información.
6) Cooperación entre cooperativas. Y 7) Interés por la comunidad.
Sobre estos valores y principios se desarrolla toda la teoría del cooperativismo, como
manifestamos al comienzo. Desde luego, estudiando y recogiendo todo el bagaje
positivo que va dejando el cúmulo de prácticas en el quehacer cotidiano de la actividad
cooperativa. En nuestro país poco se ha escrito sobre esta materia, pero aspiramos que
con el auge que tomen las cooperativas y con los problemas que van saliendo al tapete, se
hagan aportes importantes para la doctrina.
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